UN NUEVO ENFOQUE EN LOS SERVICIOS DE
SALUD
Blanca Tovar Corona
Maestra de la Academia de
Sistemas, Departamento de Ingeniería
Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y
Tecnologías Avanzadas, IPN
Laura Ivoone Garay Jiménez Maestra de la
Sección de
Posgrado e Investigación de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y
Tecnologías Avanzadas, IPN
Los adelantos tecnológicos en la
microelectrónica, biosensores, las comunicaciones móviles, tecnologías de la
información, internet y la nanotecnología aplicada al área de instrumentos
biomédicos está cambiando la forma de ofrecer servicios de salud en el mundo,
dando la opción de otorgar dichos servicios de manera remota y monitorear
signos vitales en forma continua, en cualquier momento y desde cualquier lugar.
En la última década hemos visto evolucionar los servicios de telefonía móvil de
ser simplemente un teléfono capaz de transmitir/recibir voz a ser un servicio
completo de transmisión/recepción de voz, datos, video, internet, localización,
radio y televisión. Dicha tecnología e infraestructura también ha abierto
nuevas posibilidades de brindar servicios de salud a distancia.
La
idea de brindar servicios a distancia no es nueva, se comenzó a practicar desde
los años 70 cuando nace el término de Telemedicina, que en sus inicios se
limitaba al uso de la línea telefónica para comunicar al médico con sus
pacientes. Pero en estos cuarenta años la Telemedicina ha tenido muchos logros,
incluyendo la cirugía a distancia. Hoy en día es posible que el conocimiento y
experiencia de médicos especialistas se lleve a cualquier parte del mundo sin
la necesidad de traslado, haciendo uso de robots cirujanos manipulados por
expertos desde sus centros de trabajo [1]. Otro campo que también se considera
es el monitoreo de los signos vitales de un paciente en forma continua desde
cualquier lugar en donde la telefonía móvil tenga cobertura. Sin embargo,
existen varias otras formas de proporcionar servicios de salud a distancia aún
sin la ayuda de la infraestructura de las comunicaciones móviles, por ejemplo:
con la ayuda de redes dentro de los centros de salud o utilizando los servicios
de internet para comunicar a los pacientes desde la comodidad de su hogar o
trabajo con los centros de salud.
Dada
la variedad de opciones que le proporciona la tecnología a la telemedicina
ahora existen varios otros términos como teleconsulta, telesalud y telecirugía,
e-Salud, m-Salud y p-Salud. Los
prefijos e, m y p significan electrónico, móvil y personal respectivamente;
aunque no han sido del todo delimitados y los proveedores de servicios los usan
indistintamente, ya que en algunos de ellos se traslapan sus objetivos. Es por
ello, que se pretende hacer una descripción de los conceptos para
diferenciarlos y conocerlos:
La
teleconsulta puede ser considerada desde una llamada telefónica entre médico o
centro de salud y paciente en donde se comunican únicamente por voz, o puede
incluir video, es decir, una videoconferencia, en donde se tiene la ventaja de
estar en contacto visual, lo cual aumenta la confianza del paciente y ha tenido
aceptación sobretodo en especialidades como la dermatología y seguimiento en
revisiones de rutina [2]. De esta manera ha sido posible llevar servicios de
salud especializados a localidades donde no se cuenta con ello, evitando
tiempos de traslado tanto de médicos como de pacientes, haciendo un uso más
eficiente de los recursos humanos y por lo tanto también de los recursos
económicos . Sin embargo, en algunas situaciones se requiere de mayor
información durante una consulta, por ejemplo: contar con datos de análisis
clínicos, datos de imagenología o monitoreo de signos vitales en tiempo real,
lo cual aumenta la complejidad del sistema en términos de ancho de banda y
velocidad de transmisión. A este concepto se le denomina telesalud, y ofrece
mayores ventajas a los pacientes ya que, no solo se ahorran tiempos de traslado
sino también tiempos de espera que dan como resultado menores complicaciones al
dar un diagnóstico acertado en etapas tempranas de las enfermedades, lo cual a
su vez reduce costos de hospitalización y tiempos de recuperación.
La
telecirugía es utilizada en hospitales regionales donde no se cuenta con el
especialista, pero si con la infraestructura suficiente para realizar cirugías
a distancia, es importante recalcar la necesidad de sistemas de
comunicación altamente confiables y la
asistencia local de cirujanos locales auxiliares en la sesión.
La
teleconsulta y telesalud están consideradas dentro de los servicios de e-Salud
en donde el paciente y el médico se encuentran en comunicación en tiempo real,
pero no es la única forma de proporcionar el “servicio de salud electrónico” o
e-Salud. Algunas condiciones de salud requieren de un monitoreo constante de
algunos signos vitales sin la necesidad de retener a los pacientes en
instalaciones clínicas u hospitalarias. Existen condiciones que justifican el
monitoreo constante de signos vitales tales como las enfermedades
cardiovasculares y variaciones homeostáticas asociadas a algunos tipos de
enfermedades crónico degenerativas tales como la diabetes, la insuficiencia
renal, etc., que pueden desencadenar eventos críticos en la salud del paciente.
Para esto se requiere además de un equipo portátil e inalámbrico que el
paciente pueda llevar a casa o a su lugar de trabajo y que a su vez este equipo
tenga la capacidad de transmitir inalámbricamente los signos vitales a una
estación fija dentro de la casa, que se encargará de enviar los datos al centro
de salud, en donde se tomarán las decisiones adecuadas. Es decir, el paciente
estará a cargo de “conectarse” al equipo portátil que llevará todo el tiempo y
mientras esté dentro del área de cobertura de su red inalámbrica su señal será
transmitida al centro de salud. Esta modalidad permite al paciente llevar a
cabo sus actividades cotidianas y a la vez ser monitoreado mientras se
encuentre en el área de cobertura.
La
limitante de permanecer dentro de un área de cobertura, que depende de la
distancia entre la estación fija y el equipo portátil, se elimina en la
modalidad de m-Salud, en donde el paciente puede ser monitoreado todo el tiempo
y desde cualquier lugar en donde exista señal de telefonía móvil y no dependerá
del equipo adicional que conforma la estación fija encargada de transmitir.
Afortunadamente la infraestructura en comunicaciones móviles continúa
mejorando, tanto en calidad de transmisión como en área de cobertura, ya que se
requiere de un sistema de comunicación confiable, capaz de enviar los datos de
los signos vitales en forma fidedigna para que pueda ser interpretada
correctamente para proporcionar un diagnóstico acertado.
Estas
nuevas modalidades, tanto e-Salud como m-Salud, implican además, una mayor
participación del paciente en su condición de salud, formando parte activa en
el chequeo de sus signos vitales que proporcionan información sobre su estado
de salud, no solo como un sistema de seguimiento a pacientes con enfermedades
crónicas sino como una sistema preventivo de condiciones clínicas que pueden
poner en peligro la vida de los ciudadanos. Sin embargo, el uso de estas
tecnologías, en el caso de los países en vías de desarrollo, en donde existen
zonas geográficas aisladas y de difícil acceso, significa incluso llevar
servicios básicos de salud.
La
mortalidad en México ha disminuido consistentemente desde 1940, pero no en
forma homogénea en el territorio Nacional, debido principalmente a que los
servicios médicos de especialidad están ubicados en las zonas de mayor
concentración demográfica y el acceso a los hospitales de nivel 2 y 3 no es a
tiempo, por falta de un diagnóstico oportuno, por condiciones económicas del
paciente o simplemente porque las zonas más aisladas no cuentan con sistemas de
primera instancia suficientes [3]. Considerando ésta situación en nuestro país, la nueva forma de utilizar las vías de
comunicación inalámbrica, como una manera de acercar estos servicios en zonas
aisladas, es una alternativa deseable cada vez más viable.
Es
importante recalcar que los servicios de salud
a distancia no están limitados a la clínica, sino que, se abarcan
servicios administrativos y educativos también. Por lo tanto, la modalidad de
ofrecer servicios de salud a distancia luce prometedor ofreciendo ventajas
tanto a proveedores como a pacientes [4, 5, 6,7]. Lo que hace del sistema de
salud, un sistema más eficiente tanto en el uso de recursos económicos como en
el uso de recursos humanos y lo más
importante, como resultado final, ofrece una mejor calidad de vida a las
personas.
Esto
ya es una realidad en países desarrollados en donde, gracias a dispositivos
biomédicos y diferentes sistemas de telecomunicaciones y tecnologías de la
información se cuenta con una variedad de servicios de salud a distancia [8]. En el caso de México, ya existen
servicios de salud a distancia por parte del gobierno, como el portal “e-salud”
[9], en donde se pueden consultar por internet una serie de temas de salud de
interés público general, se ofertan cursos, consultas en línea e información de
los principales centros nacionales de medicina
especializada, entre otra información. Por otra parte, la iniciativa privada
también tiene disponibles algunas páginas de internet que ofrecen servicios de
Telesalud [5,6,7].
El sector salud ha identificado este tipo de
medicina como una posible solución a algunos problemas de cobertura y es por
ello que se creó un programa específico en Telesalud (2007-2012) [4], a través
de la Secretaria de Salud, en donde se establecen los lineamientos para seguir
avanzando en servicios de salud a distancia, en donde el principal objetivo,
dada la problemática de nuestro país, es llevar servicios de salud
especializada a las localidades que carecen de ellos y, si se analizan los
logros del programa anterior, se puede observar el avance en materia de
servicios de salud a distancia en los diferentes estados de la republica
mexicana.
La
telemedicina es una rama de la tecnología en constante desarrollo y gracias a
los avances en nanotecnología, estos servicios continuarán evolucionando, ya
que, la tendencia en los dispositivos biomédicos es hacerlos “usables” e
incluso implantables, es decir, tanto los biosensores como los instrumentos de
acondicionamiento, procesamiento y transmisión/recepción podrían ser parte de
nuestra vestimenta diaria, o estar dentro de nuestro cuerpo, sin causar ninguna
alteración a nuestras actividades cotidianas. Sin embargo, además de los
avances tecnológicos, se requiere a la par la formación de personal capacitado,
así como la difusión adecuada que permita al público en general estar informado y facilitar la adopción de esta nueva forma de
ofrecer servicios de salud.
Referencias
[1] A. Carbajal, “Cirugía Robótica”, Cirujano General, 2003, vol. 25, No.
4, pp. 314-320.
[2]
Acosta Vázquez Nelly, “Los ciberdoctores”, Expansión, Marzo 2008, pp 115-118
[3]
Sistema Nacional de la información en salud, ‘Principales
causas de la mortalidad en
Mexico en 2008’, disponible en http://sinais.salud.gob.mx/mortalidad/, consultado el 10 de
Julio de 2010.
[4] Programa de acción específico 2007-2012.
Telesalud, disponible en : http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/PAES/telesalud.pdf, consultado el 26 de
julio de 2010.
[5] Telemedicina
de México Org., “diagnóstico y tratamiento en línea”, disponible en http://www.telemedicina.org.mx/, consultado el 10 de
Julio de 2010.
[6] Infogen Org, “La telemedicina y sus aplicaciones en
México”, http://www.infogen.org.mx/Infogen1/servlet/CtrlVerArt?clvart=15114&sec=Gacetas&t=telemedicina_y_sus_aplicaciones_en_mexico, consultado el 10 de
julio de 2010.
[7]Grupo SEESA, “Telemedicina en México”, http://www.videoconferencias.com.mx/telemedicina.html, consultado el 10 de
julio de 2010
[8] Medic4all, http://en.medic4all.it/
[9]
Portal e-salud, http://www.e-salud.gob.mx/, consultado
el 26 de julio de 2010